Con solo 1.800 habitantes Alpachiri tiene un club que compite en el tercer escalón del básquet nacional donde, además de un equipo ambicioso y competitivo, está resultando un ejemplo de inclusión y trabajo social. Fiel a su perfil fundacional, el Club Atlético Juventud Unida (CAJU) participa de la Liga Provincial y del Torneo Federal de Básquet con un proyecto enfocado en la inclusión y desarrollo integral de sus jugadores, reclutados en distintos puntos del país y contenidos por la institución y familias locales.

«Apuntamos a reclutar jugadores que puedan iniciar y desarrollar un proyecto de vida a partir del deporte. Los invitamos a quedarse algunas semanas y evaluamos sus condiciones deportivas y humanas. Nos interesa que puedan alimentarse bien, seguir una disciplina deportiva y completar sus estudios», cuenta Amílcar Arias (56), presidente de CAJU. En los últimos seis años llegaron chicos de distintos puntos de La Pampa y de Catamarca, Buenos Aires, Chaco, Paraguay y hasta Venezuela. «Les asignamos una familia tutora y garantizamos su alimentación y alojamiento en el albergue del club».

Al reclutar un jugador toman «contacto con su familia, evaluamos en qué nivel de escolaridad se encuentra y le asignamos un hogar de Alpachiri para acompañarlo: come y duerme en el club, y hay una familia que lo contiene y se ocupa». El CAJU fue fundado en 1950 «por un grupo de jóvenes que no tenían donde jugar al fútbol» y creció progresivamente «gracias al trabajo incansable de sus socios y siempre enfocado en contener a los chicos de nuestra zona».

Ejemplo nacional.
En su estadio Socios Fundadores, esta temporada recibirá a todos sus rivales de la División Sur: All Boys de Santa Rosa, Ferro de Pico, Pérfora de Plaza Huincul, y los neuquinos Centenario, Independiente y Petrolero Andino. Además, el CAJU cuenta con gimnasio, cancha cubierta de padel, cancha de fútbol 5, un espacio gastronómico y un albergue con 12 plazas. Interviene en todas las categorías desde minibásquet hasta primera y cuenta con un equipo femenino, «siempre con deportistas propios y apuntando a su formación integral como personas». Muchos llegan sin haber terminado la primaria: «deben completar esos estudios, seguir el secundario y, en lo posible, ingresar a la universidad».

Esta es su segunda temporada en el Torneo Federal. Todavía no obtuvo buenos resultados deportivos, pero su singular enfoque ya despertó el interés de toda la Liga: experimentados árbitros, entrenadores y periodistas visitan Alpachiri solo para observar de cerca su trabajo. Además, el compromiso y la dedicación siempre terminan dando frutos: «conseguimos dos títulos juveniles (Sub 19) y el plantel de primera ya clasificó dos veces (2017 y 2019) para el Campeonato Argentino».

«Lo estamos haciendo cada vez mejor. Contamos con entrenadores muy capacitados y la convicción de que los chicos deben invertir en su formación y demostrar compromiso y responsabilidad al cumplir nuestras condiciones». Y de esta forma CAJU, el club más chico del Torneo Federal de Básquet, sigue desarrollando el proyecto más grande.

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